No estoy de acuerdo con que lo tengamos difícil. Te duchas igual que cualquier otra persona, y te secas igual que cualquier otra persona. Al final igual que te secas las tetas estando delgada (que si estás delgada pero tienes las tetas grandes, también se acumula el sudor en el pliegue), te las secas estando gorda. Y si tienes un michelín, pues también se seca, no hay que estudiar un postgrado ni trabajar en el circo. Puede ser más complicado acceder a la espalda, porque alcanzas menos, pero cuando uno huele mal no es por no secarse bien la espalda. Que por cierto, coges la toalla y frotas de lado a lado y se seca también sin hacer contorsionismos.Cora63 escribió: ↑04 Dic 2019, 13:49 Yo tuve un compañero que olía fatal, todo acabó cuando se echó novia, se ve que ella se lo dijo.
Una compañera de ahora huele mucho, va llena de lamparones y le huele fatal el aliento, yo la huyo cuando se sienta a mi lado para hablarme de su perro, Es que me dan arcadas. Una vez me enseñó la foto del perro en el salón de su casa y estaba hecha un Cristo.
La gente obesa tiene un problema, que se le acumula el sudor en los pliegues y éstos crean hongos, se tienen que asear y secar muy bien todas esas zonas y claro, con el sobrepeso lo tienen difícil.
Yo, como ya han dicho, le pondría una nota en su puesto de trabajo o cualquier otro sitio donde sólo ella pudiese verlo, la escribiría con la mayor educación posible.
Creo que asociar mal olor con gordos es un tópico que no se cumple siempre. De hecho, había un documental en Netflix sobre gordofobia (Embrace) del que se me quedó grabado el testimonio de una tía, actriz, que decía "pues sí, estoy gorda, qué le voy a hacer, pero tengo otras cosas buenas. Huelo muy bien". Se me quedó grabado porque era algo que yo había pensado de mí misma con anterioridad. "Por lo menos huelo bien" (casi siempre jajaja).
Yo tenía un amigo en la facultad que estaba muy delgado, muchísimo, era el espíritu de la golosina y apestaba. Cuando llegaba por la mañana no olía, por lo que creo firmemente que se duchaba a diario, pero al medio día no había quien se sentara cerca de él. Al punto de que los amigos lo hablamos entre nosotros para recomendarle algún desodorante fuerte, pero no nos atrevimos. No sudaba mucho, de hecho sudaba muy poco, pero lo poco que sudaba olía a muerto. También conozco a una que está delgada, pero tiene abrigos que echan patrás y te ponen las cejas blancas. Que a veces te dan ganas de decirle, eh, que las cazadoras y los abrigos también los puedes meter a la lavadora, maja. Lo que no sé es cómo no le huele a ella, porque yo estas semanas de lluvia ya he lavado mi cazadora (tipo acolchada) dos veces porque me olía mal a humedad.
El olor de cada uno depende de un millón de factores, desde la hidratación (cuanto más agua bebes, menos te huele el sudor) a la alimentación, pasando por un factor personal de cada uno. Los pelos en las axilas también hacen que el sudor sea más fuerte. Hay gente que tiene un sudor muy fuerte y gente que no. Y no depende tanto del peso como de la alimentación. El peso y el olor corporal son consecuencias casi directas de la alimentación. Si estás delgado pero te alimentas como el culo, también vas a oler mal. Es así.
Y luego, por supuesto está la gente que por problemas psicológicos se va dejando. Y eso conlleva dejarse en temas de higiene también, que afecta al olor corporal y a muchas más cosas (y si te dejas en temas de higiene, da igual cuánto peses, los que te rodean lo van a terminar sufriendo).
Aclaro que no escribo esto para crear polémica ni porque me lo haya tomado como algo personal, que no. Simplemente pienso que es una simplificación no del todo correcta, y aportar el punto de vista del otro lado puede ser interesante.